Islas paradisíacas: SAN BLAS, Panamá

Como para no creerlo...

A San Blas no tenía planeado ir. Lo había pensado en un momento como parte del viaje en barco que se puede hacer desde Cartagena de Indias en Colombia a Isla Colón en Panamá; pero lo había descartado por ser muy caro. En vez de eso, me iría a Bocas del Toro. 

Todo cambió en el hostal en el que estuve en Ciudad de Panamá, la gente me decía “tienes que ir a San Blas”. Y yo pienso que cuando la gente dice las cosas es por algo, así es que averigüé y decidí hacerles caso. 

El viaje comienza a las 5.30 AM con un jeep que te va a buscar a tu alojamiento y termina cerca de las 11.00 en la isla de tu elección, viaje de una hora en lancha de por medio. 

Cuando puse pie en San Blas me impresionó de inmediato. Una súper postal que te enamora a primera vista.

Yo estuve en la isla Naranjo Chico, en las cabañas INA cuya infraestructura es prácticamente nula, pero no necesitas más de lo que ofrecen: 3 comidas básicas, una cama con mosquitero en habitación compartida y un tour a otra isla. No hay electricidad ni internet. Todo esto vale 20 dólares por noche. 

Acá lo que importa es la playa. Una playa de ensueño, agua tibia, arena blanca y sombra de palmeras. 

Oh sí...

Las tierras de los Cuna

San Blas es un archipiélago compuesto por más de 300 islas que los indios nativos del pueblo Cuna se disputaron en una revolución. Ellos ganaron la soberanía sobre estos territorios y cobran un impuesto de 20 dólares para ingresar a ellos. Una isla en San Blas puede costar 3 mil dólares, pero sólo los Cuna tienen derecho a comprarlas y administrarlas. 

Aunque yo estuve sólo en Naranjo Chico y en Isla Pelícano, hay muchas más en las que uno se puede hospedar. Incluso hay unas con mejor infraestructura, pero bueno, todo depende de lo que uno ande buscando y de su presupuesto. 

Con las chicas playeras!

• Cómo llegar: Salen tours desde Bocas del Toro y Ciudad de Panamá. Yo salí desde Ciudad de Panamá por 122 dólares (incluye todo el transporte e impuestos más una noche de alojamiento). La noche extra son 20 dólares. 2 noches es una cantidad de tiempo perfecta.

• Lo mejor: La playa es increíble y hay poca gente.

• Lo peor: El servicio en general. Si bien hay personas que se preocupan por atender bien al turista, a la mayoría les da lo mismo. La comida es mala y a nadie le importa.

Consejos para cuidar nuestras islas

Ten en cuenta que las islas suelen no ser autosuficientes, todo se trae desde el continente. Por eso son caras y por eso debemos cuidarlas. 

Duchas cortas de agua helada. En la mayoría de las islas no hay agua caliente y no es necesaria porque hace mucho calor. Trata de tomar duchas cortas, evita lavarte el pelo todos los días que es lo que toma más tiempo. El agua es uno de los recursos más escasos.

Apaga siempre las luces y aire acondicionado cuando no estés en la habitación. Es más, si tienes calor anda a la playa. Ésa es la idea de estar en una isla increíble. No te encierres a consumir recursos eléctricos. 

Prefiere productos locales. Opta por consumir aquello que es propio del lugar, de ese modo contribuyes al desarrollo del comercio local.

No fomentes el turismo animal. Hacer buceo y esnórquel es hermoso e imprescindible en las islas, pero ir a acuarios cerrados o tomarse fotos con las mantarayas es innecesario. Los animales no están para nuestra diversión. Sí a observarlos y respetarlos en su entorno natural. No a fomentar su captura y encierro ni a utilizarlos como divertimento. 

Comparte con los nativos. Cuando se está en un hostal tendemos a comunicarnos con otros viajeros. Es bueno salir de ese entorno y conversar con los locales; ya sea en la playa, en los lugares para comer o caminando por la isla. De ese modo podemos conocer más del origen de su cultura y saber cuáles son los problemas que aquejan a cada sector.

Difunde la palabra. Además de compartir tus fotografías paradisíacas, difunde artículos sobre cuidado y conservación de recursos en las islas, de este modo podremos disfrutarlas por muchas décadas más. 

Islas paradisíacas es una serie sobre diferentes islas en las que he tenido el privilegio de estar.