¿Cómo hacer mucho dinero con un blog?

Escribiendo en el avión, pero no un post, sino un poema
Ésa es la pregunta que siempre ronda los foros de todas las industrias. Periodismo, emprendimiento, maquillaje y, era que no, viajes. 

Y aquí me encuentro leyendo sobre estrategias para generar clicks y entradas que no tienen ningún sentido para mí.

ASCO.

No me mal entiendan. Escribir sobre lo que la gente quiere leer, utilizar títulos atractivos y subrayar en negritas lo importante, es algo esencial si tratas a tu blog como un medio. Pero de ahí a generar contenido de relleno sólo para poblar un montón de plataformas y meterlas en especies de robots que insertan los posts para conseguir links... Ni siquiera me voy a tomar el tiempo para completar esa idea. 

Lo sé, soy una anciana fundamentalista de la época en que los blogs, estos medios personales que se caracterizan por expresar la subjetividad de un ser en particular, estaban llenos de historias, reflexiones y anécdotas que valía la pena leer. Que tenían una cierta profundidad. O quizás no, pero que, en todo caso, siempre eran producto de las ganas de alguien de sentarse a escribir sobre eso.

Internet es un vertedero de contenido vacío. Y lo digo de primera fuente porque formo parte de la industria. En otras plataformas escribo sobre las cosas que todos escriben, pero siempre, todas las veces, intento darle un giro y mi impresión personal. Siempre investigo, nunca republico cualquier cosa, desconfío de los titulares, desconfío de los datos de terceras fuentes y voy buscando la información original. Aunque sea para relatar algo tan básico como un cambio de look. 

Me gusta la libertad de tener un blog, de no tener que regirme por pautas de medios o de estilo, poder escribir en primera persona y decir conchetumare. Relajar la cabeza y la mano.

¿Qué chucha es el SEO? Métanse el SEO por la raja, de verdad, de todo corazón. No me importa. Con gran esfuerzo relleno el campo de "etiquetas". El que quiera llegar aquí, llegará. Y quizás no llegará nadie o quizás un día explotará de visitas este espacio. I don't care. 

Y no es que no me interese la lectoría, pues escribo para ser leida; pero también escribo para mí. Escribo para que mi historia circule por mi cabeza y desde mi cabeza a mis manos mientras tecleo en mi Dell Inspiron 14r cada una de estas palabras. 

Escribo para que, al leer, pueda escuchar la música que siento fluir en mis venas cuando vivo. La palabra escrita es mi herramienta. La mayoría de las cosas que pasan las voy narrando cuando suceden. Y pienso en cómo las describiré y qué diré de ellas. Qué chistes incorporaré, qué ironías, qué referencias. 

Y luego, la mayoría de las veces, no escribo sobre nada de eso. No escribo. A veces el ejercicio de escritura mental es suficiente. 

Hoy sí escribo, escribo motivada porque el vertedero de contenidos vacíos de internet está despidiendo un olor tan fuerte que me perturba. Y es mi momento de reflexionar sobre mi propio acercamiento a este medio. 

Lo más evidente de todo es mi retorno a la plataforma Blogger. Nunca habrá una plataforma más bloggera que Blogger. Es el blog por excelencia. Es demasiado fácil de utilizar, fluye, y con los años ha evolucionado un montón. Para mí es tan sencillo como caminar. Una vez que estoy frente a la pantalla, sé exactamente qué hacer y cómo. 

Es cierto que no tiene el encanto del diseño que da wordpress y que hay muchas opciones con las que nos gustaría contar, pero que acá no existen... Lo importante, sin embargo, es que vienes a leer. No hay distracciones, los posts están ordenados uno detrás de otro, no existe una portadita interactiva en la que roten fotos, nada. Entras y lees. Y ahora, como gran cosa, hay pestañas para organizar contenido. Y si quieres algún tipo de jerarquía, hay menús para que selecciones entre lo más leido. ¡Wow! Finalmente todo el atractivo reside y residirá en el contenido. Está bueno o no está bueno. Fin. 

Pero qué significa que el contenido esté bueno o no esté bueno. Ésa es una duda que no vamos a despejar acá. Sí podríamos conversar sobre lo que uno espera de un blog. Mi conflicto con escribir sobre viajes es que todo está ya escrito. Y algunos textos muy bien escritos. ¿Por qué incluir, una vez más, cómo llegar de X a Y? Sí considero aportativo dar datos de aquello que no está en internet y con lo que uno se encuentra en la ruta; pero el relato específico de qué hacer en cada lugar... PAJAAAAAAAAAA

Sí a todo lo que implique compartir cosas increíbles con las que me encuentro. Sí a relatar mis viajes a las islas porque son mi pasión. Sí a contar cuáles son mis playas favoritas. Sí a la comida porque nunca es suficiente

El denominador común, finalmente, es la pasión. Sí a escribir sobre todo lo que mueva el corazón hasta el paroxismo. Incluso si no está relacionado con viajes. O mejor dicho: porque todo sí está relacionado con viajes. Estar en un lugar y reflexionar sobre la educación, la guerra, el transporte o la creación de contenidos en blogs es parte fundamental de vivir. Estar viajando no es ponerle pausa a la vida y hablar monotemáticamente de la ruta. La vida sigue en todos los niveles y en todos los lugares. 

Y bueno, en este blog en blogger, sin SEO, con posts extremadamente largos y divagues sobre materias no competentes a su nicho, seguiremos gozando. Porque gozando estoy es más que un título, es una forma de vida. 

PS: Dejen de escribir tanta mierda, weón. No cualquiera debe escribir, aunque pueda. 

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.